La Fundación para el español urgente (Fundéu-BBVA) ha designado microplástico como palabra del año 2018. Como decíamos ayer, el sustantivo microplástico designa los fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros. Con este término se designan las pequeñas piezas de plástico (menores de cinco milímetros, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) que, o bien se fabricaron ya con ese tamaño para ser empleadas, por lo general, en productos de limpieza e higiene, o bien se han fragmentado de un plástico mayor en su proceso de deterioro. De acuerdo con la regla de prefijos establecida por la Academia, microplástico se escribe con una sola palabra, sin dejar un espacio ni intercalar un guion, ya que los prefijos como micro, se escriben unidos a la palabra, a la que acompañan cono norma general. Así, es fácil ver el siguiente titular en un periódico: "El Ártico, destino de los microplásticos que se vierten en las costas". Su presencia en la arena de la playa, en los organismos de los animales, en la sal marina que consumimos y hasta en el agua que bebemos ha hecho saltar las alarmas y ha obligado a poner en marcha medidas para reducir el consumo de los plásticos de un solo uso, responsables en buena parte del problema, según Fundéu.[1]
Según el director general de la Fundación, Joaquín Miller, "cuando hace unas
semanas empezamos el proceso para elegir las doce candidatas a palabra del año
2018, nos encontramos con que, sin pretenderlo, la mayoría de los términos que
nos parecían más adecuados del año que acaba eran del ámbito social (mena,
los nadie, micromachismo) o del medioambiental (microplástico, descarbonizar,
hibridar...) Además de las grandes
cuestiones políticas o económicas, todos estamos volviendo a otros asunto de enorme
trascendencia que a veces quedan eclipsados por otros grandes titulares en los
medios de comunicación. Así que no es raro que entre las candidatas a palabra
del año hubiera varias de ese ámbito ni que la que finalmente elegida haya sido
microplástico", señala Muller.[2]
En efecto, el gran público hubiere apostado por VAR, --aunque no sepan definirlo, pero
saben lo que es--, hibridar, arancel o nacionalpopulismo, por su despegue en determinados países de la UE,
incluido el nuestro.
Ya en la entrega de los Premios Princesa de Asturias
2018, la oceanógrafa estadounidense Sylvia
A. Earle (Gibbstwon, Nueva Jersey, EE UU, 1935), premio Princesa de Asturias
a la Concordia, --licenciada por la Universidad de Florida y doctorada en la de
Duke-- -se dirigía en su discurso de aceptación a "los conciudadanos del
único planeta oceánico, la Tierra", y alertaba de que "la mayor era
de las exploraciones está comenzando. La mayor parte del océano nunca se ha
visto y mucho menos ha sido explorado. Ahora sabemos que el océano es el motor
del clima y las condiciones meteorológicas, genera la mayor parte del oxígeno
en la atmósfera, absorbe gran parte del dióxido de carbono de esta, inducida la
química del planeta y es el hogar de la mayor parte de vida en la Tierra. El
océano posee el 97 por ciento del agua de la Tierra. Las nubes rugen del mar y
el agua vuelve a la Tierra como lluvia, nieve y granizo. Mediante cada
inspiración que realizamos, mediante cada gota de agua que bebemos, todos
estamos conectados al mar... El océano es la piedra angular de nuestro sistema
de soporte vital. Sin océano, no hay vida. Sin azul, no hay verde. Un océano
con problemas, significa que nosotros tenemos problemas" y advertía:
"Lo que estamos echando al océano, millones de toneladas de basura,
plásticos desechables, productos químicos tóxicos, el exceso de fertilizantes y
pesticidas, está cambiando la química del mar... La buena noticia es que, por
primera vez en la historia, podemos observar, calcular, medir y comprobar no
solo cómo estamos dañando la Tierra, sino también lo que se puede hacer para
curar el daño y hacer las paces con la naturaleza, una clave fundamental para
hacer la paz con nosotros mismos... Nunca más habrá una oportunidad mejor para
actuar, ahora que todavía estamos a tiempo..." [3] El
premio le fue concedido por el jurado "por su dedicación durante más de
seis décadas a la exploración e investigación de los océanos, el conocimiento
de los fondos marinos y la conservación integral de los mares, que se ha convertido
en uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo".
En el mismo sentido, National Geografic ha alertado
también de que "el pescado y el marisco que degustamos no es inmune a la
omnipresencia del plástico. Cada año entre cinco y trece millones de toneladas
de plástico llegan a nuestros mares desde el litoral. El sol, el viento, el
oleaje descomponen ese material en pedazos más pequeños que el plancton, los
peces y hasta las ballenas confunden con comida" [4]
Millones de toneladas de plástico se tiran al mar y acaban convertidas en
micropartículas tóxicas que contaminan los alimentos y no puedes evitarlas.[5] De
otro lado, es sabido que los residuos que se vierten al mar causan la muerte de
muchos animales "y los fragmentos plásticos ingeridos bloquean el tracto
digestivo de aves, peces y mamíferos marinos (especialmente en ballenas), que
pueden morir por desnutrición o roturas gástricas".[6]
Con razón, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
advierte que el reciclaje de plásticos no ha alcanzado todo su potencial y en
el planeta solo se recicla el 15 por ciento de los residuos plásticos, el 30
por ciento en la Unión Europea, a pesar de que el plástico supone un grave
peligro para el medio ambiente, porque permanece en el entorno durante siglos. [7]
Por algo, la Unión Europea ha prohibido a partir de 2021 los platos, cubiertos,
bastoncillos y pajitas de plástico, [8]
con el fin de reducir su impacto en el medio ambiente y ayudar a que
desaparezcan sus desechos en las playas europeas.
Nunca es tarde si la dicha es buena; si la palabra del
año que termina sirve para concienciarnos no solo del reciclaje del plástico,
sino de desechar su uso para que no vuelva a nuestro organismo. Se ha
comenzado por las bolsas y vendrán medidas más duras.
--------------------------------------------------------------------------
[1]
Vid.: Microplástico, palabra del año
para la Fundación Fundéu-BBVA, en Fundéu-BBVA, buscador urgente de dudas,
de 29/12/2018.
[2]
Ob.
cit.
[3]
Vid.: Discurso de Sylvia A. Earle, premio Princesa de Asturias de la
Concordia 2018, Teatro Campoamor de Oviedo, 19/10/2018, en la web de la
Casa Real, Fundación Princesa de Asturias.
[4]
Vid.: Elizabeth Royte, en National Geografic, Ciencia, de
21/06/2018.
[5]
Vid.: Núñez, Manuel, en Cuerpo-Mente
(https://www.cuerpomente.com/ecologia/medio-ambiente/microplasticos-contaminan-mar-llegan-nuestros-alimentos_1604).
[6]
Vid.:
Longás, Heber: Cómo la basura plástica amenaza a la fauna
marina, en El País, de
02/11/2016.
[7]
Vid.: El reciclaje de plásticos no
alcanza todo su potencial afirma la OCDE, en Efe Verde, de 04/06/2018.
[8] Vid.: El Economista/ Europa Press, de
19/12/2018.
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