En el comunicado emitido a raíz de los incendios que
asolan el norte de la provincia de Cáceres, el responsable de Campo de la
asociación ecologista, Carlos Pino, afirma que quizás habría que preguntarse si
el origen de los incendios es la falta de población joven en los pueblos, cuya
ausencia está dejando una población anciana que no puede gestionar el uso de la
naturaleza, ya que actualmente los ciervos, corzos y jabalíes son los únicos que
se alimentan del bosque.
Por otro lado, recuerda que los primeros pobladores del
Sistema Central fueron los cabreros, que durante siglos fueron sus habitantes;
“pero ahora -señala- no se da el caso de la transmisión generacional y nos
enfrentamos a una situación en la que los jóvenes desean volver a los pueblos
desde el medio urbano, al considerar la naturaleza como el mejor despacho con
un paisaje único en Cáceres”.
A este respecto, Carlos Pino propone que los jóvenes
deberían tener en el campo un trabajo digno, al contar con un ingreso por
ganadería o la plantación de la diversidad de frutos desde marzo a diciembre,
para dedicarse durante el último mes y el primero del año al cuidado del
bosque, en lugar de perder su dinero en alquileres o hipotecas para la
adquisición de viviendas.

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