viernes, 15 de mayo de 2015

¿ALCALDES O SENADORES? EL CASO DE EXTREMADURA

 
           La mayoría de los alcaldes de las principales ciudades extremeñas --Mérida, capital de Extremadura; Badajoz, Cáceres, Trujillo, Coria-- ha alternado sus cargos de alcalde con el de senador o senadora del Reino durante la última legislatura. Tales son los casos de Pedro Acedo (Mérida); Elena Nevado (Cáceres), Alberto Casero (Trujillo) y José Manuel García Ballestero (Coria), senadores en la última legislatura y alcaldes, y el último senador también desde 2000. Miguel Celdrán (Badajoz) fue alcalde desde 1995 hasta 2013 y senador entre 2004 y 2007. Además, figura también como senador en la última legislatura el alcalde de Torremenga (Cáceres), Pablo Elena Núñez.
          Por la circunscripción electoral de Badajoz, además de los casos cacereños de Cáceres, Trujillo y Coria, contamos dos más elegidos en la última legislatura: Antonio Galván, alcalde de Calzadilla de los Barros; y María Agustina Rodríguez, concejala y portavoz en Fregenal de la Sierra.
          La Comunidad Autónoma tiene otros dos senadores por designación de la Asamblea: Diego Sánchez Duque, secretario provincial del PP en Cáceres y concejal en Brozas; y Francisco Fuentes Gallardo, que lo fuere por el PSOE desde 2000 hasta su retirada de la política regional en la anterior legislatura.
          Muchos electores se vienen preguntando cómo la ley no ha extendido las incompatibilidades a los cargos de alcalde y senador que, por lo que respecta a las grandes ciudades, presenta una incompatibilidad ética de primer orden. No se puede estar en misa y repicando. O se es alcalde o senador. Una ciudad no puede estar desatendida por quien fue elegido para ello, porque ha de estar en la Cámara Alta tres de los cinco días laborables a la semana. Ni la Constitución, en su artículo 70, que señala el régimen de incompatibilidades de diputados y senadores, ni la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), que los amplía y clarifica, ven incompatibilidad alguna en este sentido, así como la nueva Ley de Bases de Régimen Local. En definitiva, no existe incompatibilidad alguna entre ser senador y alcalde, aunque sí incompatibilidad económica, al cobrarse solo el salario de uno de los dos cargos. (Véase portalelectoral.com). Algunos alcaldes creen hacerle un beneficio a su ayuntamiento al decantarse por el salario del Senado --se cobra más y se hace menos-- y ahorrárselo a su ayuntamiento; pero fueron elegidos antes alcaldes que senadores. Por consiguiente, es una incompatibilidad ética que debería borrarse del mapa, aunque la cuestión no esté ahora sobre la mesa, pese a estar siempre sobre el candelero. Recuérdese aquella placa de una guardería inaugurada hace un tiempo por el exarzobispo de Mérida-Badajoz, monseñor García Aracil, "siendo alcalde y senador don Pedro Acedo Penco". No, señor: usted estaba allí como alcalde de la capital, no como senador, que lo fuere por la circunscripción de Badajoz.
          El PSOE de Andalucía pactó con su anterior socio de gobierno, IU, una ley para que sus diputados no puedan ser a la vez regidores. El Partido Socialista de Galicia aprobó en diciembre de 2010 un régimen de incompatibilidades que se sintetiza en cuatro palabras: "Una persona, un cargo". A ver si Monago, tan dado a decir que es el padre de la Historia en Extremadura  (el pairi la estoriografía, padre de la historiografía)  --todo lo hecho por él es histórico-- escribe también aquí esa historia y deja de poner en la lista para el Senado a "sus" alcaldes de las principales ciudades extremeñas, cuando pueda y le dejen. Y su secretario general, Fernando Manzano, que se muestra tan listo para sacar tarjetas amarillas, y hasta alguna roja, en el hemiciclo, como si fuere el árbitro en el estadio del Mérida, ya puede dejar la campaña, reunir a la Diputación Permanente, que preside, y dar explicaciones suficientes sobre las oposiciones amañadas en la Asamblea, denunciadas por UPyD. (Véase eldiario.es.extremadura  de 14/05/2015).
          En Andalucía tuvo que renunciar a su Alcaldía --porque era, y lo es, vicepresidenta segunda del Parlamento andaluz-- la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña (PP), con mayoría absoluta en el pueblo, antes de pescadores y ahora, "Un sol de ciudad", regidora con mayoría absoluta desde 1995 (diecinueve años) hasta 2014, en que renunció por incompatibilidad. (Véase elmundo.es, de 11/11/2014), así como el eterno alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo (IULV-CA), que presentó su renuncia como alcalde, a última hora, tras treinta y cinco años en el cargo, aunque sigue como concejal. (Véase eldiario.es/andalucia, de 26/11/2014).
          No ha aclarado Monago lo de sus cuatro sueldos entre 2008 y 2011, cuando era diputado autonómico y senador, teniente de alcalde en Badajoz y presidente regional del PP; como cuando dijo en la Asamblea que era el presidente que menos ganaba y resultó ser el quinto del ránking de la España de las diecisiete autonomías. (Véase aquí.confidencial.es, de 14/11/2014). Así nos va: que no ganamos ni para ellos, aunque él se suba el sueldo un 6,1 por ciento. (Véase lasmañanasdecuatro.com, de 07/04/2015). Y los pensionistas, con una subida del 0,25 por ciento...
 
 

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