Ha dado nuestra tierra
figuras insignes en todos los campos del saber, como el doctor Eloy Bejarano y Sánchez (Zarza de
Granadilla, Cáceres, 11/08/1855; Madrid, 05/05/1917), fallecido a los 62 años,
hace hoy 88 años, en la plenitud de su vida profesional, investigadora y de
trabajo. Licenciado en Medicina por la Universidad de Salamanca en 1874, tres
años después se licenció en Ciencias Físico-Químicas en la misma universidad y
obtuvo el doctorado en Medicina y Cirugía por la Central de Madrid en 1895.
Ejerció la profesión de médico rural durante varios años, primero en Candelario
y después en Béjar (Salamanca), localidades próximas a su pueblo, donde fue
forense y delegado de Medicina en esta última. Ejerció también durante algunos
años como profesor de Física, Química, Historia Natural e Higiene y como
profesor honorario de la Escuela de Especialidades Médicas. La Medicina privada
le llevó a la Corte y fue médico de la Asociación de la Prensa de Madrid. En la
capital se implicó en proyectos educativos y sociales y en el ejercicio de su
profesión, que le otorgaron grandes reconocimientos. Entre sus cargos públicos
destacan los de consejero de Sanidad y de Instrucción Pública, comisario regio
del Colegio Nacional de Sordomudos, inspector general de Sanidad Interior,
delegado del Ministerio de la Gobernación para la extinción de la epidemia de
viruela en diciembre de 1903, consejero de la Sociedad Protectora de Niños y de
la Asociación Nacional de Sanatorios y Hospicios Marinos. Miembro de la
Academia Médico-Quirúrgica Española en 1906 y del Ateneo de Madrid... Entre sus
obras destacan: "El escepticismo en Medicina", "Estudio
médico-social", "Aguas azoadas", "La educación
integral", "Sobre el empleo del láudano en el cólera y en todas las
medicaciones específicas", "El nitrógeno y la medicación
nitrogenada", "El tratamiento pedagógico de los sordomudos", "La
gripe", "La educación médica integral"...
Entre sus reconocimientos honoríficos y distinciones, sin
duda el más valioso fue el nombramiento de Hijo Predilecto de Zarza de
Granadilla, el 03/04/1904, que le puso nombre a la plaza de la casa en la que
nació y placa en esta. Fue, además, Gran Cruz de Beneficencia, Gran Cruz de
Caballero del Mérito Naval, Oficial de Honor de la Legión Francesa, y
Comendador de la Orden de Villaviciosa de Portugal.
Nadie mejor que el poeta José María Gabriel y Galán (Frades de la Sierra, Salamanca,
28/06/1870; Guijo de Granadilla, Cáceres, 06/01/1905), meses antes de su
fatídica muerte, para honrarle durante el acto, celebrado el 28/08/1904, con un
poema de catorce folios, titulado "Al Doctor y a su lugar", en el
que, entre otras cosas, le definiere: "Zarceños que amor bebéis/en fuente
de amor tan rica/, como el pueblo en que nacéis,/amor a la patria chica/ se
llama lo que hoy hacéis./ Pueblo que a un hijo eminente/ de este modo
glorificas,/¡de qué manera, inconsciente,/mientras coronas su frente,/tú propio
te dignificas!.../ Decidle que es vuestra gloria,/que es honor de vuestra
historia,/que es vuestra viva enseñanza,/nervio de vuestra memoria/ y sol de
vuestra esperanza.../ Pues es un sabio extremeño/ de origen tan lugareño/ como
el vuestro y como el mío.../ No es señor de un señorío.../ es un humilde, un
zarceño.../ Para pimientos, Aldeanueva;/ para verduras, La Granja;/ para
pastos, Granadilla;/ para Doctores, la Zarza./ La Zarza de Granadilla/ no le
debe a Madrid nada;/ pero la corte, señores,/ le debe un sabio a la Zarza.../"
Y concluyó: "¡Zarceños! Termino ufano/ con dos vivas halagüeños/ para
oídos extremeños:/ ¡Viva el Doctor Bejarano!/Vivan
todos los zarceños!"
El alcalde de Zarza de Granadilla, Carlos Rodríguez, le comunicaba el 1 de mayo de 1904 la
certificación del acuerdo tomado por el ayuntamiento declarándole Hijo
Predilecto. El secretario, Heraclio
Herrero, certifica el acta aprobada por el mismo, en la que se dice que
"el médico titular de este pueblo, Fermín
Sánchez Pastor, propone a la Corporación le declare Hijo Predilecto y que a
la calle en que nació se le dé el nombre de Doctor Bejarano". El 30 de mayo de 1904, el doctor Eloy Bejarano dirige una carta al
alcalde aceptando "con profundo reconocimiento" la citada declaración,
y recuerda a su padre, el facultativo Alejandro
Bejarano que "en el nefasto año de 1895, supo demostrar abnegación sin
límites... y ciencia acrisolada, combatiendo en Zarza de Granadilla y en sus
pueblos limítrofes la terrible epidemia colérica, que aun recuerdan con espanto
los que sobrevivieron a la catástrofe". El presbítero Domingo Roncero dio lectura a la biografía escrita por José González Castro, médico de Guijo
de Santa Bárbara, en la que subrayaba sus méritos como médico, hombre y amigo. Máximo Sánchez Recio, médico en
Aldeanueva del Camino, también pronunció un sentido discurso. Al acto,
recordaba una crónica publicada en "El Adelanto", diario de
Salamanca, de 20/08/1904, asistieron el gobernador civil, Juan Fernández Vicente, y el magistrado del Supremo, Ricardo Molina, que se encontraban en
Baños de Montemayor.
La noticia de su muerte fue muy sentida y ampliamente
divulgada en los periódicos de la época, ABC la daba a conocer en su edición
del 5/05/1917, y le calificaba como "un hombre de extensa cultura" y
"clínico eminente". "El Adelanto" de Salamanca, el
07/05/1917, le consideraba "un salmantino más, por el afecto que sentía a
nuestra ciudad". "El Eco de Santiago" de la misma fecha,
destacaba su "marcada predilección por el estudio de las Ciencias, y especialmente
por la Medicina". "El Correo de la Mañana", da cuenta de su
entierro el día 08/05/1917, que califica de "imponente manifestación de
duelo". "Para doctores, La Zarza", y Eloy Bejarano Sánchez, en el 88 aniversario de su fallecimiento.
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